Si de algunos objetos podemos decir que su observación visual es difícil de igualar en fotografía, estos pueden ser los cúmulos abiertos y cúmulos globulares.
En
muchas ocasiones los astrofotógrafos los consideramos, sobre todo a los
cúmulos abiertos, como objetivos secundarios. Quizás para hacer unas
pruebas de nuevos equipos o mientras esperas a que un
objeto más interesante se ponga a tiro. Pero a veces vale la pena
pararnos a pensar si podemos ofrecer una imagen diferente de estos
objetos.
El
famoso doble cúmulo de Perseo (NGC 869 y NGC 884), observable a
simple vista y que al telescopio ofrece unas imágenes muy bonitas, se
encuentra bastante cerca en el cielo de las nebulosas de emisión
IC 1805 e IC 1848 conocidas como nebulosas del corazón y del alma. Esas
nubes de emisión de Halfa, cuyas partes más intensas dan nombre a las
mencionadas nebulosas, no acaban abruptamente sino que se van haciendo
cada vez más tenues a medida que nos alejamos. Aunque débilmente, la parte externa de esta zona
nebular llega hasta el doble cúmulo. Han sido necesarias 10h de datos en tomas de 30 minutos a
través de filtro Ha para rescatarlas del fondo del cielo.
Si comparamos la imagen con la clásica toma en RGB en la que solo aparece el campo estelar de la zona comprobamos como tenemos una visión muy diferente del doble cúmulo:
Todos, hasta los cúmulos abiertos, se merecen una segunda oportunidad...
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